martes, 4 de marzo de 2008

Compitiendo por un fin común.

18.55. Sigo en la universidad y dentro de 5 minutos sale un autobús de vuelta a casa.

Salgo a toda prisa sin dejar de mirar el reloj. Después de un tramo ya recorrido, me percato que una chica va todo el tiempo por delante de mi, al parecer también lleva prisa. Se convierte sin querer en una carrera entre las dos, cuando no la adelanto yo me adelanta ella. Ella con la música puesta, yo atenta a mi reloj, pero ambas con paso firme y acelerado. Sin embargo, es más alta que yo y no tarda en desaparecer de mi vista dando zancadas.
Sigo mi camino, paro en los semáforos y realizo los atajos de cada día para llegar por fin, a tiempo, a la parada. 3 minutos después llega el autobús y corriendo aparece la misma chica, que me mira desafiante... al parecer había tomado un camino más largo.

Nuevo ejemplo empírico de que las aptitudes Psíquicas ganan a las Físicas.
(Creo que no os lo he dicho nunca pero yo nací para Filósofa)
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Resulta curioso que, una vez en el autobús, me puse a escribir esto en la libreta de Matemáticas, para que no se me olvidara, cuando acabé, una chica que me había estado observando sacó su libreta y un boli y se puso a escribir!!... lástima que el conductor apagara las luces en ese mismo instante. La pobre no adivinó que podía haber encendido una lucecita que hay para cada asiento y se quedó esperando que las volviera a encender.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, eso también ocurre en el Metro cuando sacas tu libro para leer y otra persona que te observa hace lo mismo. A veces parece que hay un pique sobre "qué libro es mejor", se ve en la mirada. O con la música, tú sacas tu MP3 y la chica de enfrente saca el suyo. Os interrogáis con la mirada preguntándoos qué música estaréis escuchando.

Un pique clásico es el de los conductores. Yo lo observo cuando hago un viaje. Yo te adelanto, tú me adelantas, yo te adelanto, tú me adelantas. Al quincuagésima vez te preguntas ¿cuántas veces habré adelantado a este tío?

Anónimo dijo...

La chica esa se encontraría con el lobo feroz y le indicaría un camino más largo. A mí a veces me pasa eso por las mañanas, cuando voy de mi casa al garaje, que gente que va a trabajar acelera el paso para adelantarme... ¡¡cuánto ímpetu y ganas le ponen para ir al trabajo!!

Y lo de los coches, también me pasa, que al mismo coche lo adelanto 3 ó 4 veces, y ninguno de los dos corremos.

Anónimo dijo...

Podrías escribir como conlusión a la segunda parte del post (referente a la chica de la libreta); "Cuando los elementos y la inteligencia no están de tu parte lo más sabio es efectuar una retirada a tiempo" :-D

Lo que me fastidia un montón es cuando alguien pega el acelerón para adelantarte y, cuando lo hace, aminora la marcha y va más despacio de que tú. Eso me pone de una mala leche... ¡¡Buufff!!

Jejeje, respecto a lo que a dicho Alberto del Metro... Yo procuro ir siempre con la mochila bien provisionada de artilugios varios para no perder este tipo de piques; libro, periódico, mp3, móvil, nintendo DS, PDA (del curro)... :-D

Antoine dijo...

Las historietas que te ocurren alrededor de la parada de bus son las mejores de las mejores!!

Entonces tú sacaste una libreta para escribir lo que te había pasado y la pava, aún no contenta con haber perdido, saca su libreta para hacer como si su estilo de escribir molara más, y va y se queda a dos velas apagás!

No creo que todo el mundo tenga fijación en compenetrarse con su vecino desconocido, aunque admito haber tenido o hecho algo por el estilo alguna vez que otra... como leer una revista, o ponerme el mp3, o acelerar el paso para ganar!!! Pero no siempre...


un beset

Anónimo dijo...

Un tema más o menos parecido es cuando entras al ascensor con un vecino que acaba de sacar el correo, y por hacerse el interesante se pone a mirar las cartas. Bien, hacen varias cosas: en algunas ocasionas se pegan varios segundos mirando los datos del destinatario (con cara de interesantes); contamplan la misma página de la publicidad de muebles (con cara de interesantes, como si los fueran a comprar todos); abren una carta de publicidad de las elecciones y la miran (con mucho interés, como si leyesen de verdad y le sacasen sentido a lo que pone), ... en fin, que ponen cara de interés cuando no están leyendo nada... pa hacerse los interesantes. Yo me pico, y por chulería, cuando llevo cartas del buzón ni las miro, como diciendo "no soy tan capullo y no voy a mirar las cartas por mirarlas, sin más". Los demás nunca se resisten y acaban prestando atención hasta a la propaganda del Carrefour.

Marieta dijo...

La verdad esque se te sube la autoestima cuando ves que la gente te copia... que no tienen nada mejor que hacer?. Eso demuestra que tu sí que tienes algo mejor que hacer ya sea mirar las musarañas.